2 y os enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en
el Evangelio de Cristo, para afianzaros y daros ánimos en vuestra fe,
3 para que nadie vacile en esas tribulaciones. Bien sabéis que este es
nuestro destino:
4 ya cuando estábamos con vosotros os predecíamos que íbamos a
sufrir tribulaciones, y es lo que ha sucedido, como sabéis.
5 Por lo cual también yo, no pudiendo soportar ya más, le envié para
tener noticias de vuestra fe, no fuera que el Tentador os hubiera tentado y
que nuestro trabajo quedara reducido a nada.
6 Nos acaba de llegar de ahí Timoteo y nos ha traído buenas noticias
de vuestra fe y vuestra caridad; y dice que conserváis siempre buen
recuerdo de nosotros y que deseáis vernos, así como nosotros a vosotros.
7 Así pues, hermanos, hemos recibido de vosotros un gran consuelo,
motivado por vuestra fe, en medio de todas nuestras
congojas y
tribulaciones.
8 Ahora sí que vivimos, pues permanecéis firmes en el Señor.
9 Y ¿cómo podremos agradecer a Dios por vosotros, por todo el gozo
que, por causa vuestra, experimentamos ante nuestro Dios?
10 Noche y día le pedimos insistentemente poder ver vuestro rostro y
completar lo que falta a vuestra fe.
11 Que Dios mismo, nuestro Padre y nuestro Señor Jesús orienten
nuestros pasos hacia vosotros.
12 En cuanto a vosotros, que el Señor os haga progresar y
sobreabundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos,
como es nuestro amor para con vosotros,
13 para que se consoliden vuestros corazones con santidad
irreprochable ante Dios, nuestro Padre, en la Venida de nuestro Señor
Jesucristo, = con todos sus santos. =